Nuestra vida en manos del tiempo

El Tiempo que todo lo mide, nada ni nadie se libra de él. Se podría decir que es uno de los inventos del demonio (si creemos) pero al fin y al cabo, es el que nos marca las horas y los minutos, el que nos roba segundos de nuestra vida, el que nos impide hacer lo que de verdad deseamos.

Las personas en nuestro afán de superación hemos creado un mundo “desarrollado” y si nos paramos a pensar… lo que hemos creado es… un mundo en el que desde que nacemos nos dicen lo que hacer, lo que estudiar y en que trabajar. Creamos un capitalismo que nos empuja a un tipo de vida de la que conocemos su principio y su fin… ¿y si no queremos seguirlo? Seguramente moriremos de hambre o simplemente por nuestra desadaptación, ella hará que nos aislemos  y poco más se podrá hacer… A veces, me gustaría huir de esta fortaleza de hierros que ve pasar el tiempo de sus siervos, contemplándolos quizá sin entender cuál es la razón  de que nos empeñemos en arruinar nuestras vidas.

Nos dice ahora es tiempo de estudiar para luego trabajar y después te jubilaras (si tu gobierno te lo permite de una forma digna – irónico la verdad-) y entonces serás medianamente libre de esta fortaleza, pero tranquil@s solo es un espejismo de realidad, que nadie se asuste, pasaremos a ser siervos de nuestra edad y nuestras enfermedades. ¿Por qué no viajar ahora, disfrutar, conocer mundos… en pocas palabras vivir? Fácil respuesta vivimos en el mundo del dinero, si no lo tienes no eres nadie y no puedes disfrutar de los que te ofrece la vida… algún día nos daremos cuenta del tiempo perdido, cuando solo quede un aliento de vida en nuestro cuerpo o cuando no seamos capaces ni de desplazarnos por nosotros mismos… o cuando, ¿por qué no? cuando destrocemos el mundo.

Luchemos por cambiarlo todo lo que necesitamos esta fuera de la fortaleza, todo lo bello nos espera. Cambiemos nuestro mundo, ofrezcamos a nuestros descendientes algo mejor que lo que tenemos.