Un ruido amenaza mis oídos
lo urbano, lo rural
conjuntados
en sonidos de plata y
cobre.
Instinto animal
que brama por mi sangre
reflejos, olores y huella,
trastornan mi cabeza
en estado de alerta.
El viento, una hoja
planeadora,
un coche, el sonido del
semáforo
y de repente…. la calma.
Calma, cual soneto
callado,
cual enjambre
silencioso,
cual día armonioso
del principio de una Era
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